La genética puede afectar el desarrollo del estudiante de varias maneras. Por ejemplo, los genes pueden influir en la capacidad cognitiva, el estilo de aprendizaje, y la predisposición a ciertas enfermedades que podrían afectar el rendimiento académico. Además, factores genéticos pueden influir en la personalidad y el comportamiento, lo que a su vez puede afectar la motivación, la disciplina y la interacción social en el entorno educativo. Sin embargo, es importante recordar que la genética interactúa con el entorno y la experiencia, por lo que el desarrollo del estudiante también está influenciado por factores externos como la educación, la crianza, y el ambiente escolar.